El joven paracorto consiguió el bono más alto que dieron las mayores este año en Venezuela
Ya pertenece a los Mets
Ya pertenece a los MetsCARACAS.- Cuatro prospectos criollos salieron millonarios de la feria del 2 de julio, fecha en la que se levanta la veda para que equipos de Grandes Ligas salgan a la caza de talento joven en el Caribe. Tal y como se esperaba Luis Sardiña, Juan Manuel Urbina, Wilfredo Solano y César Pérez recibieron bonos de siete cifras, en dólares. Ellos son la punta de un gigantesco y sólido iceberg llamado beisbol venezolano, solo que éste no se derrite, avanza indetenible por los mares antillanos.
El paracorto Sardiña resultó la promesa más valiosa del año en territorio nacional. Los Rangers de Texas tomaron la iniciativa y le dieron, solo por su firma, 1.612.000 dólares, la cuarta cifra más elevada en suelo local. Los tres que lo rebasan son Yorman Rodríguez (Cincinnati, 3,5 millones), Adis Portillo (dos millones) y Miguel Cabrera (1,8 millones). Jesús Montero y Jackson Melián obtuvieron bonificaciones similares (1,6 millones). 1,5 millones de dólares son en dinero contante y sonante, mientras que el resto se cancelará a manera de beca para estudios universitarios dentro de Estados Unidos y en la institución que el joven escoja. “Queríamos asegurar plenamente el futuro de Luis, y por eso debíamos tener plan B, C y D”, explica Carolina Andrade, agente del jugador que en la liga venezolana milita con los Tiburones de La Guaira.
Pedro Ávila, scout de los Rangers en Venezuela, entregó un paquete de razones que justifican la contratación. “Es un prospecto con un futuro inmenso”, desgranó Ávila, uno de los descubridores del estelar Félix Hernández. “Su físico es proyectable, corre muy bien, posee buen brazo, sabe jugar, tiene instinto para el beisbol, está enfocado en la pelota. Estamos seguros de que va a batear para alto average. Algunos pensarían que por flaco no será capaz de pegarle a una pelota a noventa millas. Él ha demostrado que sí puede”.
Con personalidad propia
Juan Manuel Urbina es la segunda firma de mayor calibre este año en Venezuela. El hijo de Ugueth Urbina tiene las condiciones para que, más pronto que tarde, Ugueth sea el papá de Juan Manuel. Los Mets de Nueva York acordaron ayer con el tirador zurdo, dueño de una potente recta y un sobresaliente cambio. “Juan Urbina es de los Mets”, dijo satisfecho Robert Alfonzo, jefe de scouts de los metropolitanos en Venezuela. Ese es el club al que Juan Manuel ha apoyado desde la niñez. “Firmé con el equipo que quería, para mí es una gran alegría”, mencionó, vía telefónica, el escopetero de los Tigres de Aragua.
Juan Manuel tiene los genes de Ugueth, pero no es un clon de su progenitor sobre el morrito. “Tenemos la misma mentalidad en el montículo, somos agresivos con la recta, pero yo soy yo y él es él”, ataja el retoño de beisbolista. “Yo soy un poco más calmado, tengo una manera más tranquila de celebrar. Voy a ir el año que viene a Estados Unidos y dentro de poco voy a la liga instruccional. Existe la posibilidad de jugar este año con los Tigres, pero eso dependerá de lo que digan los Mets”.
César Pérez es la firma millonaria de los Rays de Tampa. Un millón de dólares fueron destinados a este infielder que luce destinado a sacar pelotas del parque. En cuanto a Wilfredo Solano, los Atléticos de Oakland prefieron no divulgar el monto de la bonificación, pero se sabe que es una operación de siete cifras. “Es un toletero ambidiestro, un Carlos Guillén en potencia. Su fuerte es el bate”, detalló Julio Franco, ejecutivo de los californianos.
No es oro todo lo que brilla
Miguel Cabrera recibió 1,6 millones de dólares por su firma y hoy en día es uno de los mejores bateadores de las Grandes Ligas. Pero no todos las promesas que reciben bonos formidables se convierten en realidades, ni siquiera la mayoría. Apenas diez por ciento de los prospectos que saltan al profesional llegan a las costas de las mayores.
Uno de los casos más elocuentes de talentos extraviados es el de Jackson Melián. En 1996 pactó con los Yanquis de Nueva York por 1,6 millones de dólares, primer bono de siete cifras en la historia de la pelota nacional. En el camino de Melián se cruzaron varios obstáculos (lesiones, la trágica muerte de sus padres cuando él aún no cumplía 20 años) y hasta ahora no ha podido llegar a la gran carpa. Él aún confía en que lo logrará, pues aún no llega a tres décadas.
José Gregorio Salas es un catcher que pintaba para grandes cosas. Los Bravos de Atlanta le dieron 1,2 millones de dólares en 1998. Salas, empero, no ha llegado a la gran carpa, ni siquiera ha logrado establecerse como regular en la pelota nacional.
Guillermo Quiroz se perfilaba como un astro. Lo firmaron los Azulejos de Toronto por 1,2 millones de dólares en 1998. Era un receptor capaz de batear. Las cosas no se dieron exactamente como se esperaban, y de hecho Quiroz apenas tomó 88 turnos con los Blue Jays. Luego subió con Texas, Baltimore y Seattle, pero siempre con pasantías breves. No ha podido estabilizarse arriba y de hecho hace pocos días los Marineros lo colocaron en asignación. Establecerse arriba no es coser y cantar.
José Vicente Páez suena para firmar a partir de agosto
José Vicente Páez es uno de los peloteros que podría firmar por un bono más alto este año, aunque deberá esperar hasta el 11 de agosto, cuando cumple 16 años. “Es un jardinero que tiene las cinco herramientas y siete organizaciones están detrás de él. Esperamos que firme por más de un millón largo”, dijo uno de sus agentes.
Además de Wilfredo Solano, los Atléticos de Oakland pactaron con Alfredo Sosa y Júnior Martínez. Los Rojos de Cincinnati le dieron buenos bonos a Humberto Valor y Juan Carlos Peraza, además de firmar a Argenis Aldasoro, Adrián Rodríguez, Oswaldo Mieres, Josue Castellanos, Ildes Aguilar, Andrés Duque y Roosevelt Fariñas. Toronto acordó con Santiago Nessi y Yuniel Querecuto con los Rays de Tampa Bay. El infielder Julián Alvarado recibió un bono de Seattle.
El paracorto Sardiña resultó la promesa más valiosa del año en territorio nacional. Los Rangers de Texas tomaron la iniciativa y le dieron, solo por su firma, 1.612.000 dólares, la cuarta cifra más elevada en suelo local. Los tres que lo rebasan son Yorman Rodríguez (Cincinnati, 3,5 millones), Adis Portillo (dos millones) y Miguel Cabrera (1,8 millones). Jesús Montero y Jackson Melián obtuvieron bonificaciones similares (1,6 millones). 1,5 millones de dólares son en dinero contante y sonante, mientras que el resto se cancelará a manera de beca para estudios universitarios dentro de Estados Unidos y en la institución que el joven escoja. “Queríamos asegurar plenamente el futuro de Luis, y por eso debíamos tener plan B, C y D”, explica Carolina Andrade, agente del jugador que en la liga venezolana milita con los Tiburones de La Guaira.
Pedro Ávila, scout de los Rangers en Venezuela, entregó un paquete de razones que justifican la contratación. “Es un prospecto con un futuro inmenso”, desgranó Ávila, uno de los descubridores del estelar Félix Hernández. “Su físico es proyectable, corre muy bien, posee buen brazo, sabe jugar, tiene instinto para el beisbol, está enfocado en la pelota. Estamos seguros de que va a batear para alto average. Algunos pensarían que por flaco no será capaz de pegarle a una pelota a noventa millas. Él ha demostrado que sí puede”.
Con personalidad propia
Juan Manuel Urbina es la segunda firma de mayor calibre este año en Venezuela. El hijo de Ugueth Urbina tiene las condiciones para que, más pronto que tarde, Ugueth sea el papá de Juan Manuel. Los Mets de Nueva York acordaron ayer con el tirador zurdo, dueño de una potente recta y un sobresaliente cambio. “Juan Urbina es de los Mets”, dijo satisfecho Robert Alfonzo, jefe de scouts de los metropolitanos en Venezuela. Ese es el club al que Juan Manuel ha apoyado desde la niñez. “Firmé con el equipo que quería, para mí es una gran alegría”, mencionó, vía telefónica, el escopetero de los Tigres de Aragua.
Juan Manuel tiene los genes de Ugueth, pero no es un clon de su progenitor sobre el morrito. “Tenemos la misma mentalidad en el montículo, somos agresivos con la recta, pero yo soy yo y él es él”, ataja el retoño de beisbolista. “Yo soy un poco más calmado, tengo una manera más tranquila de celebrar. Voy a ir el año que viene a Estados Unidos y dentro de poco voy a la liga instruccional. Existe la posibilidad de jugar este año con los Tigres, pero eso dependerá de lo que digan los Mets”.
César Pérez es la firma millonaria de los Rays de Tampa. Un millón de dólares fueron destinados a este infielder que luce destinado a sacar pelotas del parque. En cuanto a Wilfredo Solano, los Atléticos de Oakland prefieron no divulgar el monto de la bonificación, pero se sabe que es una operación de siete cifras. “Es un toletero ambidiestro, un Carlos Guillén en potencia. Su fuerte es el bate”, detalló Julio Franco, ejecutivo de los californianos.
No es oro todo lo que brilla
Miguel Cabrera recibió 1,6 millones de dólares por su firma y hoy en día es uno de los mejores bateadores de las Grandes Ligas. Pero no todos las promesas que reciben bonos formidables se convierten en realidades, ni siquiera la mayoría. Apenas diez por ciento de los prospectos que saltan al profesional llegan a las costas de las mayores.
Uno de los casos más elocuentes de talentos extraviados es el de Jackson Melián. En 1996 pactó con los Yanquis de Nueva York por 1,6 millones de dólares, primer bono de siete cifras en la historia de la pelota nacional. En el camino de Melián se cruzaron varios obstáculos (lesiones, la trágica muerte de sus padres cuando él aún no cumplía 20 años) y hasta ahora no ha podido llegar a la gran carpa. Él aún confía en que lo logrará, pues aún no llega a tres décadas.
José Gregorio Salas es un catcher que pintaba para grandes cosas. Los Bravos de Atlanta le dieron 1,2 millones de dólares en 1998. Salas, empero, no ha llegado a la gran carpa, ni siquiera ha logrado establecerse como regular en la pelota nacional.
Guillermo Quiroz se perfilaba como un astro. Lo firmaron los Azulejos de Toronto por 1,2 millones de dólares en 1998. Era un receptor capaz de batear. Las cosas no se dieron exactamente como se esperaban, y de hecho Quiroz apenas tomó 88 turnos con los Blue Jays. Luego subió con Texas, Baltimore y Seattle, pero siempre con pasantías breves. No ha podido estabilizarse arriba y de hecho hace pocos días los Marineros lo colocaron en asignación. Establecerse arriba no es coser y cantar.
José Vicente Páez suena para firmar a partir de agosto
José Vicente Páez es uno de los peloteros que podría firmar por un bono más alto este año, aunque deberá esperar hasta el 11 de agosto, cuando cumple 16 años. “Es un jardinero que tiene las cinco herramientas y siete organizaciones están detrás de él. Esperamos que firme por más de un millón largo”, dijo uno de sus agentes.
Además de Wilfredo Solano, los Atléticos de Oakland pactaron con Alfredo Sosa y Júnior Martínez. Los Rojos de Cincinnati le dieron buenos bonos a Humberto Valor y Juan Carlos Peraza, además de firmar a Argenis Aldasoro, Adrián Rodríguez, Oswaldo Mieres, Josue Castellanos, Ildes Aguilar, Andrés Duque y Roosevelt Fariñas. Toronto acordó con Santiago Nessi y Yuniel Querecuto con los Rays de Tampa Bay. El infielder Julián Alvarado recibió un bono de Seattle.
Fuente: http://www.liderendeportes.com/Noticias/?id=80768&sid=68
Viernes 3 de julio de 2009 7:06 AM
Por Carlos Valmore Rodríguez - Foto Glesaibe Martínez
Viernes 3 de julio de 2009 7:06 AM
Por Carlos Valmore Rodríguez - Foto Glesaibe Martínez
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