La fe motivó a Galarraga

Derrotar el cáncer fue el reto más duro que vivió quien el próximo lunes será el director de Líder

El apoyo de toda Venezuela lo ayudó a recuperarse

CARACAS.- Quizás sean muy pocos los venezolanos, inclusos aquellos nada conocedores del beisbol, que no se hayan sentido preocupados por la vida de Andrés Galarraga, cuando en el año 1999 le fue diagnosticado un linfoma cancerígeno que lo sacó del terreno de juego por dos años.
Para él, fue la mayor batalla que haya podido librar, pues fue un gran golpe para él, para su familia y toda su fanaticada, quienes le brindaron su apoyo durante esos meses en el que el “Gato” tuvo que someterse a fuertes tratamientos para lograr sobreponerse.
Durante esos días, incluso se hicieron en el país muchas cadenas de oraciones; y algo que muchos recuerdan fue cuando a través de un programa de televisión nacional una admiradora le envió una figura de la Virgen de la Rosa Mística, que desde entonces se convirtió en protectora del ex pelotero.
El propio Andrés relató en varias entrevistas que aferrarse a la fe significó un gran factor que le ayudó a superar la enfermedad, y volver a los campos en la temporada 2000 de las Grandes Ligas.
“Cuando a uno le dicen que tiene cáncer, lo primero que piensa es que le quedan dos o tres meses de vida, pero asumo esto como una lesión más en mi carrera”, dijo en aquella ocasión.
Ejemplo de vida
Con la entrada del nuevo milenio, Galarraga superó el temible mal, gracias al tratamiento recibido, pese que él mismo creía que no iba vivir para contarlo.
“Siempre he sido devoto de José Gregorio Hernández y de la Virgen de Betania. Ahora les pido más que nunca por mi salud”, agregó.
“Pensé que me moriría ese día”, afirmó el jugador en una entrevista al diario Florida Catholic, pero agregó que al mismo tiempo siempre tuvo esperanza y “rezaba todos los días a Dios para que me ayudara”.
El “Big Cat” afirmó que fue la actitud positiva de su familia, el amor por sus hijas y las oraciones lo que también le motivaron a ser fuerte en ese amargo momento.
“Un día alguien me recomendó comprar rosas blancas en honor a la Rosa Mística que había pintado. No encontramos rosas blancas y compramos rosas naranjas”, comentó Andrés cuando explicó que creía que el color no importaba mucho.
Tras muchos exámenes, tratamientos y hasta rezos pudo debutar de nuevo en la gran carpa. En el primer juego de la temporada; conquistó una victoria con un homerun que permitió a su equipo ganar 2 a 0.
“Fue como las películas. No se podría explica mejor”, afirmó su entrenador.
En 2004 se habló de una recaída, que posteriormente fue desmentida por su hermano Alfonso Galarraga, recientemente fallecido.
Esa prueba le valió al “Gran Gato” un título que nunca podrá ser borrado en la historia contemporánea: el de un venezolano ejemplar y un ser humano valiente.

Fuente: http://www.liderendeportes.com/Noticias/?id=92148&sid=82
Miércoles 16 de diciembre de 2009 6:35 AM
Por Manuel Tomillo Ch. - Foto Archivo