El mánager Carlos García piensa en él para el próximo fin de semana
Ayer cargaba el uniforme encima
Ayer cargaba el uniforme encimaCARACAS.- Miguel Montero no quiso esperar mucho. El viernes por la noche llegó a Venezuela y ayer en la tarde se trajeó de corsario. Practicó un rato en tercera, bateó en la malla y dijo sentir ganas de jugar hoy mismo contra los Leones del Caracas. Su familia, magallanera de cabo a rabo, lo ha estado presionando. “Yo voy a ver cómo me siento en la práctica. Si estoy listo juego mañana mismo, o si no el martes”, dijo el oriundo de Turumo, en el cono urbano de la capital.
El mánager Carlos García fue más conservador. “Él tiene que ir a la paralela a tomar algunos turnos y creo que el próximo fin de semana ya podrá estar jugando”, dijo el estratega de los nautas.
Pero Montero lucía muy seguro de que su estreno se producirá casi de inmediato. “Incluso si juego mañana (hoy), el lunes iré a jugar a la paralela”, describió el máscara regular de los Cascabeles de Arizona. “Mis primos me han estado preguntando, ‘cuándo vas a jugar, cuándo vas a jugar”. Montero ratificó que está dispuesto a cubrir la receptoría. “Es lo que me gusta, es la posición mía, la que juego desde los nueve años, no creo que me haga daño. Cuando jugué tercera no me fue bien. Me gustaría quechar, aunque no todos los días”, contó. “Pero estoy aquí para jugar donde me necesiten: primera base, designado”. Luis Blasini, gerente deportivo del club, comentó que su formación ideal lo tendría a él en primera y a Humberto Quintero en la receptoría.
Cuando terminó su larga temporada de Grandes Ligas, Montero anunció que no jugaría pelota invernal porque quería descansar y compartir con su mamá luego de la muerte del padre del jugador, en marzo de este año. Viajó a Europa con su madre y tanto ella como su esposa le dieron luz verde para ponerse los aperos. “Eso es lo que te gusta, juega”, le manifestaron. Por eso, cuando lo llamó Magallanes para preguntarle si estaba dispuesto a pasar de Caribes a los Navegantes, se mostró dispuesto. “Yo quería jugar en Caracas para estar cerca de mi casa, pero Valencia está a un brinquito. En dos horas máximo puedes llegar. Mi familia puede ir ida por vuelta, a menos que te agarre una cola. Pero no puede ser más complicado que ir a Oriente, con esos tremendos huecos donde dejé como dos cauchos. Además, llego a un equipo que está en el primer lugar. Cuando me llamaron, les dije que sí”. Una de las causas que esgrimió Montero para quedarse en casa en esta zafra fue el ajetreo de los viajes, pero, a fin de cuentas, “uno no es el que maneja, aunque los viajes son un poco largos. Además, vamos a jugar varios partidos en Caracas”.
En Arizona como que lo conocen. Le preguntaron a Montero si pensaba ver acción en Venezuela y él les comentó: “no sé, creo que no’. “Te vamos a llamar, porque seguro que lo vas a hacer”, recuerda Montero que le dijo un ejecutivo de los desérticos. “No les he llamado, pero no creo que tengan ningún impedimento. Yo siempre juego en Venezuela y todos los grandeligas quieran hacerlo, pero también uno debe pensar en su futuro”.
El mánager Carlos García fue más conservador. “Él tiene que ir a la paralela a tomar algunos turnos y creo que el próximo fin de semana ya podrá estar jugando”, dijo el estratega de los nautas.
Pero Montero lucía muy seguro de que su estreno se producirá casi de inmediato. “Incluso si juego mañana (hoy), el lunes iré a jugar a la paralela”, describió el máscara regular de los Cascabeles de Arizona. “Mis primos me han estado preguntando, ‘cuándo vas a jugar, cuándo vas a jugar”. Montero ratificó que está dispuesto a cubrir la receptoría. “Es lo que me gusta, es la posición mía, la que juego desde los nueve años, no creo que me haga daño. Cuando jugué tercera no me fue bien. Me gustaría quechar, aunque no todos los días”, contó. “Pero estoy aquí para jugar donde me necesiten: primera base, designado”. Luis Blasini, gerente deportivo del club, comentó que su formación ideal lo tendría a él en primera y a Humberto Quintero en la receptoría.
Cuando terminó su larga temporada de Grandes Ligas, Montero anunció que no jugaría pelota invernal porque quería descansar y compartir con su mamá luego de la muerte del padre del jugador, en marzo de este año. Viajó a Europa con su madre y tanto ella como su esposa le dieron luz verde para ponerse los aperos. “Eso es lo que te gusta, juega”, le manifestaron. Por eso, cuando lo llamó Magallanes para preguntarle si estaba dispuesto a pasar de Caribes a los Navegantes, se mostró dispuesto. “Yo quería jugar en Caracas para estar cerca de mi casa, pero Valencia está a un brinquito. En dos horas máximo puedes llegar. Mi familia puede ir ida por vuelta, a menos que te agarre una cola. Pero no puede ser más complicado que ir a Oriente, con esos tremendos huecos donde dejé como dos cauchos. Además, llego a un equipo que está en el primer lugar. Cuando me llamaron, les dije que sí”. Una de las causas que esgrimió Montero para quedarse en casa en esta zafra fue el ajetreo de los viajes, pero, a fin de cuentas, “uno no es el que maneja, aunque los viajes son un poco largos. Además, vamos a jugar varios partidos en Caracas”.
En Arizona como que lo conocen. Le preguntaron a Montero si pensaba ver acción en Venezuela y él les comentó: “no sé, creo que no’. “Te vamos a llamar, porque seguro que lo vas a hacer”, recuerda Montero que le dijo un ejecutivo de los desérticos. “No les he llamado, pero no creo que tengan ningún impedimento. Yo siempre juego en Venezuela y todos los grandeligas quieran hacerlo, pero también uno debe pensar en su futuro”.
Fuente: http://www.liderendeportes.com/Noticias/?id=91428&sid=67
Domingo 6 de diciembre de 2009 6:55 AM
Por Carlos V. Rodríguez - Foto Édixon Gámez
Domingo 6 de diciembre de 2009 6:55 AM
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