De los primeros 82 venezolanos en llegar a las Grandes Ligas tan solo tres fueron catchers (Baudilio Díaz, Tobías Hernández y Carlos Hernández). Hoy, 11 de los 30 equipos que hacen vida en las mayores cuentan con un receptor criollo en su roster. Las cosas han cambiado.
Cada año aumenta la cantidad de venezolanos que utilizan caretas, petos y chingalas para salir al terreno. De los 137 criollos que invadieron los pasados entrenamientos primaverales de equipos grandes, 27 fueron receptores, una cifra muy superior a los 13 jardineros y cercana a los 40 infielders que se repartieron en las cuatro posiciones del cuadro interior. La tendencia va en aumento y con cada receptor que brilla en las Grandes Ligas se multiplica el legado de Baudilio. Los peloteros jóvenes procuran imitar a sus ídolos.
"Ser catcher es la manera de divertirse más en el beisbol. Me gusta tener el control del juego al hacer el llamado de los pitcheos", sostiene el prospecto criollo de los Yanquis, Jesús Montero, quien es fiel reflejo de una generación que toma el testigo de un boom que pro- tagonizaron hombres como Eduardo Pérez, Álex Delgado, Robert Machado y Ramón Hernández a finales de los 90.
Cada año aumenta la cantidad de venezolanos que utilizan caretas, petos y chingalas para salir al terreno. De los 137 criollos que invadieron los pasados entrenamientos primaverales de equipos grandes, 27 fueron receptores, una cifra muy superior a los 13 jardineros y cercana a los 40 infielders que se repartieron en las cuatro posiciones del cuadro interior. La tendencia va en aumento y con cada receptor que brilla en las Grandes Ligas se multiplica el legado de Baudilio. Los peloteros jóvenes procuran imitar a sus ídolos.
"Ser catcher es la manera de divertirse más en el beisbol. Me gusta tener el control del juego al hacer el llamado de los pitcheos", sostiene el prospecto criollo de los Yanquis, Jesús Montero, quien es fiel reflejo de una generación que toma el testigo de un boom que pro- tagonizaron hombres como Eduardo Pérez, Álex Delgado, Robert Machado y Ramón Hernández a finales de los 90.
Fuente: http://deportes.eluniversal.com/2010/05/12/beigl_art_invasion-de-caretas_1896328.shtml
Por Víctor David Melo Zurita
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