Jesús Guzmán se mantiene como una persona sencilla y un hombre de mucha fe
Ha sido el "caballito de batalla" de los melenudos
MARACAY.- Cuando era un niño Jesús Guzmán no soñaba con ser pelotero, nunca pensó que su futuro estaría vinculado a un diamante, más bien se visualizaba como un militar. Con el paso del tiempo en lugar de decantarse por la disciplina marcial se inclinó por el deporte, y el beisbol ganó un Más Valioso con proyección de Grandes Ligas y las Fuerzas Armadas perdieron un alférez con miras a general.
“Pensaba que iba a ser militar en ese momento, pero fui creciendo y me di cuenta que me gustaba más el beisbol, así decidí hacerme pelotero”, de esa manera resume en pocas palabras Jesús cómo llegó a ser jugador profesional.
De un salto pasó al estrellato, en un año rompió la difícil marca de impulsadas de Pete Koegel, y viajó en un cohete al firmamento de la pelota venezolana para brillar.
De un salto pasó al estrellato, en un año rompió la difícil marca de impulsadas de Pete Koegel, y viajó en un cohete al firmamento de la pelota venezolana para brillar.
Todo el mundo sabe quién es Jesús Guzmán, de eso se ha encargado él con sus batazos, lo que no todos conocen es que este muchacho nacido un 14 de junio de 1984 en Cumanacoa, estado Sucre, es el menor de seis hermanos, es casado, y tiene unos sobrinos que son como sus hijos, mientras tiene los propios. “En la casa somos tres hembras y tres varones, yo soy el menor. Siempre están pendientes de lo que yo hago”.
El número 15 de los Leones del Caracas, poco a poco se ha hecho un hombre en la cueva melenuda, ya les da consejos a los peloteros jóvenes y hasta tiene un apodo interno en el clubhouse: “Daniel Sarcos”, por su parecido físico con el animador de televisión. “Esos fueron los muchachos que no perdonan a nadie”, declara acerca del sobrenombre que lleva bordado en la parte inferior de la sudadera.
La carta a sus padres
El día que fue reconocido como el Más Valioso de la 08-09, Jesús Guzmán estuvo a punto de llorar, sus ojos parecían unos jarros llenos de agua, ¿el motivo?, Eugenio, su papá, tomó el micrófono y evocó un momento muy emotivo de la infancia del pelotero.
“Nunca olvidaré una carta que encontramos en la que decía que algún día pondría el nombre de Venezuela en alto”, declaró el progenitor. El sucrense comentó días después que la carta fue hallada por su madre Carmen Antonia entre un poco de papeles y exámenes viejos, que guardaba, pues “no era un estudiante excelente”.
Pese a que tiene apenas 24 años, ya Jesús Guzmán tiene cuatro de matrimonio con su esposa Yolimar. El hombre que se despoja del uniforme una vez termina el juego de pelota también se confiesa como una persona de fe, pues ya tiene tiempo en la santería. “Ya son cinco o seis años en esto”, así es el joven, por algo siempre agradece a Dios y a los santos durante las ruedas de prensa que ofrece.
Todavía desconoce si irá a la Serie del Caribe
El valuarte caraquista no sabe aún si viajará a Mexicali a la Serie del Caribe. Nunca antes como esta temporada, Jesús Guzmán había tomado tantos turnos en la LVBP, algo que lo emociona porque significa que ha sido titular indiscutible de los Leones del Caracas; no obstante admite que necesita tomar al menos una semana de descanso antes de ir a los campos de entrenamiento.
“Aún no lo sé, me gustaría tomar una semana en cero, en la que no haga nada, antes de volver a ponerme a batear y a correr”, afirmó el número 15.
Este año será particularmente especial, pues le representará la oportunidad de ir por primera vez a los campos de entrenamiento, ahora con los Gigantes de San Francisco, su nueva organización en el norte y con la que espera graduarse de ligamayorista.
A ritmo de Rucio Moro
Al principio de la temporada, Jesús Guzmán tenía el tema de Calle 13, “Tocarte toda”, como la canción de fondo cada vez que salía a batear, pero el sencillo de los hip hoperos puertorriqueños duró solamente un par de días. Inmediatamente el ahora Jugador Más Valioso de la LVBP lo mandó a cambiar por la canción venezolana “La Muerte del Rucio Moro” del cantautor Reinaldo Armas. “Esa no me inspiraba como lo hace el sonido del arpa del Rucio Moro”, apuntó el sucrense quien admitió ser admirador de la música hecha en este país.
Miércoles 28 de enero de 2009 6:13 AM
Por César Augusto Márquez - Foto Nilo Jiménez
Por César Augusto Márquez - Foto Nilo Jiménez
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