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La Ceiba y el béisbol brillaron una vez más en Guayana

En una noche fresca de octubre, el béisbol volvió a retumbar en el estadio más grande de Venezuela. Un nuevo juego, una rivalidad eterna. Caracas y Magallanes repitieron por segundo año consecutivo, dos juegos de pretemporada en San Félix. Los Leones se llevaron el primero de la serie al derrotar a Navegantes 6x0.

Foto William Urdaneta

Desde el terreno se ve a la gente pegada a las barandas, niños, adolescentes y padres de familia con camisas, pelotas, gorras y figuritas de sus jugadores favoritos que esperan ser firmadas por uno de ellos. Cualquiera, no importa si es un novato o si nadie lo conoce.

-Hey flaco ¿Cómo se llama él? Llámalo. Preguntó una muchacha desde la tribuna una muchacha. Señalaba a un jugador de los Leones del Caracas que seguramente nadie conoce.

La brisa de San Félix que llega por las cercanías del Río Orinoco, se llevaba los cabellos de otra muchacha que sonreía sentada mientras le tomaban una foto.

Guayana estaba a punto de recibir un bonito espectáculo deportivo. Ya como estaba, era un espectáculo.

La música animó a la gente por un buen rato, pero la algarabía se hizo sentir cuando entró un grupo de aproximadamente 15 personas, con tambores y charrascas para aupar a su equipo favorito.

En el terreno de juego, Caracas practicó bateo. Los periodistas aprovecharon para entrevistar al mánager de los Navegantes del Magallanes, Carlos García, y a uno que otro pelotero que pudieron conseguir. Algunas personas con pase de prensa aprovecharon para tomarse fotos con los jugadores y pedir algunos autógrafos. Todo valía.

“Es un placer estar aquí en esta ciudad, un honor” dijo el popular número 20 del equipo felino después de entrar al dogaut y ponerse su uniforme blanco. Antonio Armas, coach de los caraquistas y líder jonronero y en empujadas en 1984 en las Grandes Ligas, estaba sentado revisando el roster de su equipo, después de conversar con el homenajeado de la noche Félix Rodríguez, otra leyenda.

-Espero que sea un buen espectáculo, como es un juego de pretemporada, ellos dan siempre lo máximo, proyectó Armas.

Todo estaba poniéndose a tono para comenzar la fiesta. “Chapela” agitaba lo que utiliza para trazar la línea de cal húmeda. Esa tarea todos la ignoran. El señor Alfredo Medina cargaba puesta una chemise de la Fundación La Ceiba, y caminaba lentamente sobre una línea recta de hilo pavilo tirada en la tierra.

-Hago esto todos los años y a veces cuando juega el doble A, los ayudo.
-¿Es diferente cuando vienen los equipos profesionales? 
-¡Coño, claaaaro! ¿No va a ser diferente?
...

La rivalidad trasciende. La mayoría de los asistentes lucieron sus mejores atuendos. Camisas del Caracas o del Magallanes de todos colores, de todas las formas.

Apenas sonaba la bocina de un barco, la gente gritaba y saltaba de emoción. Con el rugido de un león, pasaba lo mismo. Quizás este sea un escenario acostumbrado en un verdadero duelo entre los eternos rivales, pero no en Guayana, que se ha conformado con recibir dos juegos al año.

“Ojalá Caracas tuviera un estadio así” se oyó de un utilero del equipo capitalino. La Ceiba volvió a lucirse la noche del viernes y probablemente lo haga también el sábado. 

-Pareciera como si estuvieran los primeros partidos, expresó Bladimir Sánchez de 51 años, por la cantidad de personas que visitaron el estadio.

- ¿Y ese guante?
-Por si acaso viene un foul. Sonrió.

Mientras dos muchachos caminaban con unos zancos por el terreno junto a “Gigantin” la mascota del equipo de baloncesto Gigantes de Guayana, se escuchó…

-¡Faaaanaticadaaaa!

Era el animador a través del micrófono. ¡Bienvenidos a la fiesta del beisbol profesional de venezolano! ¿Están listos? ¿Están listos para el béisbol? preguntó. Por supuesto, la gente respondió con un grito más fuerte, que dejó sin escuchar al animador.

Renato “Choro Choro” Marín, uno de los reconocidos galeronistas del oriente del país, cantó el “Gloria al bravo pueblo” y al terminar, fuegos artificiales adornaron el cielo guayanés. Félix Rodríguez, guayanés, miembro del Salón de la Fama de los “bucaneros” realizó el lanzamiento inicial. Un nuevo juego de béisbol en Guayana daba inicio en el “diamante de San Félix”.

El prospecto de los Marineros de Seattle, Víctor Sánchez abrió el compromiso por los Leones. El lanzador intentaba retirar a un rival y un grupo de amigos se tomaba un selfie.

“Esto me parece excelente” dijo Beatriz Viña y añadió “realmente me gusta mucho el béisbol”. Beatriz estaba en la parte alta de la tribuna principal, en compañía de su hermana y el novio, y unos amigos. Todos magallaneros excepto uno. “Él es el más chalequeado del grupo” dijo entre risas.

-Sensacional. Una sola palabra basó para expresar lo que veía el señor Ciro Medina, de 68 años. Junto a su amigo Jesús Vargas disfrutaban en medio de la algarabía.
-Soy un fanático del béisbol, ratificó Medina. 
-¿A qué equipo le va?
-A Magallanes. Respondió. “Yo soy del Caracas y aún somos amigos” interrumpió Vargas. 
-Cada vez que viene el béisbol venimos, dijo el señor Ciro, sin perderse ninguna acción del encuentro.

La logística y el control en el área de prensa, era custodiada por Alexis Mendoza y Argenis Presilla. Ambos coincidieron que la pasan bien cada vez que vienen los equipos. El supervisor de ambos, Régulo García, hace el mismo análisis: Se disfruta mientras se trabaja. 

No se sabe si para los organizadores fue una preocupación que no se llenara el estadio. Aunque parecía llenarse en su totalidad, obtuvo un 85-90 por ciento de asistencia. Eso se traduce en más de 20mil personas.

“Estoy contento, el puro esfuerzo de haber logrado que Caracas y Magallanes vinieran ya es de mucho orgullo”, manifestó Carlos Guillen, uno de los organizadores del evento.

-Conforme. Mañana seguro viene mucha más gente. Es muy difícil, es comparable con un concierto de un gran artista, el mismo estrés, el mismo tiempo de preproducción, más de 60 días, pa’ que veas esto como lo ves, bien organizado, todo en su lugar y la gente contenta, explicó Guillén en el palco de prensa. “Disfrutamos de puro béisbol”.

En realidad, eso era, puro béisbol. Leones del Caracas derrotaron 6x0 a los Navegantes del Magallanes y cada carrera, cada jugada, se la gozaron los fanáticos caraquistas, mientras se burlaban de sus acompañantes, que apoyaban al equipo rival. Recordó a la taquillera película venezolana “Papita Maní Tostón” del director Luis Carlos Hueck.

Guayana respiró béisbol y lo hará de nuevo este sábado. La Ceiba revivió. 

-Si tuviéramos un equipo de béisbol, viviría aquí metido. Se escuchó de un aficionado.

Por Oliver González L.
04 de Octubre de 2014 - 00:38

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